Estrategias
de Prevención
Para
comenzar debemos tener en cuente que, estrategia es un concepto
polisémico que diferentes autores dirigen tanto a clasificación como
“inespecífica/específica”, primaria, secundaria o terciaria, como dirigido a la
“oferta o la demanda” o según diferentes segmentos de población (población
general, familias, población escolar, población de riesgo,...). Martín (1999),
establece que el término “estrategia” debe reservarse para designar aquello que
caracteriza una intervención preventiva en lo que es el conjunto de
actividades, actuaciones y/o servicios que constituyen la intervención,
estrategia y modelo de intervención coinciden en gran medida. Entonces, resulta
relevante en este sentido la diferenciación entre estrategias que tienen como
objeto: La reducción de la oferta de drogas, y las que tienen como objeto la
reducción de la demanda.
De este modo, en el lado de la oferta toda estrategia que reduzca la
presencia de drogas es una estrategia preventiva. Aquí debe incluirse el
incremento de los precios de las drogas, el decomiso de la droga ilegal, la
prohibición de la publicidad y promoción de drogas legales, las normas
restringiendo el consumo de drogas (legales) en espacios públicos, la
restricción de los lugares de venta de drogas o la reducción del número de
locales que las vendan, así como las restricciones en la edad para comprar o
para acceder a dichos locales de venta y consumo, entre otros.
Al mismo tiempo, gran parte de estas
medidas de prevención dentro de la estrategia de reducción de la oferta, son
medidas normativas que tienen que ser acordadas por las autoridades legítimas,
normalmente a nivel nacional (o supranacional), o de Comunidad Autónoma. La
existencia de drogas legales e ilegales pone de manifiesto que esta estrategia
no da resultado llevada a su límite lógico (restricción total de la oferta);
pero, sin embargo, sí que constituye un buen complemento de las estrategias
basadas en la demanda.
Dentro de las estrategias basadas en la demanda no existe ni un consenso sobre
una tipología de las mismas, ni sobre la existencia de una única estrategia a
utilizar. En lo que respecta a la reducción de la demanda, Martín (1999),
presenta las estrategias existentes en la actualidad se pueden clasificar en
cinco clases:
1.- La estrategia centrada en la difusión de información sobre las
características de las drogas y sus efectos, destacando de una manera objetiva
los negativos. 2.- La estrategia centrada en la oferta de alternativas al consumo de drogas,
incluyendo alternativas de empleo del tiempo libre y ocio. 3.- La estrategia
basada en el componente afectivo.
Esta estrategia incide en la mejora de la autoestima, así como en la
modificación de actitudes, creencias y valores relacionados con las drogas y su
consumo. 4.- La estrategia basada en la influencia
social. Se trata de prever y hacer frente a las presiones sociales
(amigos, publicidad, entorno...) a favor del consumo de drogas. Se identifican
los factores que favorecen el consumo y se afrontan directamente mostrando el
proceso de influencia social y desarrollando habilidades de resistencia y
rechazo. 5.- El desarrollo de habilidades
genéricas para la competencia individual y la interacción social
(habilidades para la vida).
Una forma útil de clasificar los programas
preventivos es considerar tres grandes grupos en función de sus estrategias
globales: Los programas universales, los programas selectivos y los programas
indicados. Los programas universales; se
dirigen a la población general, o a amplios segmentos de la misma, y tienen
como objetivo de resultados últimos prevenir o retrasar el inicio del consumo
de drogas. Se asume que todas las personas que componen la población
determinada tienen la misma probabilidad (o riesgo) de consumir drogas, y a ellos se
dirige el programa sin distinción.
En este sentido, se han desarrollado un
conjunto de actividades programadas para los jóvenes, la familia y la comunidad
en general. Dirigido a concienciar acerca de la prevención del consumo de
sustancias nocivas lícitas e ilícitas.
Los programas selectivos; se dirigen a grupos de la población con
mayor riesgo de consumo de drogas. Estos grupos pueden delimitarse en función
de la edad, lugar o zona de residencia, características familiares, entre otros.
El objetivo básico de estos programas selectivos es prevenir el consumo de
drogas incidiendo en los factores de protección de las personas que pertenecen
a estos grupos de riesgo.
En estos programas los profesionales que
los aplican están especialmente cualificados, tienen que motivar a la
participación en el programa a las personas del grupo de riesgo, la
intervención es más intensa y con una mayor duración que en los programas
universales y requiere un conocimiento previo tanto de los factores de riesgo
como de los factores de protección.
Por último, los programas indicados; tienen como objetivo individuos en riesgo
porque consumen drogas y/o presentan problemas asociados con dicho consumo, sin
llegar a la adicción. Los objetivos de estos programas suelen ser la reducción
del consumo de sustancias, la frecuencia o la cantidad y los problemas
asociados al mismo. El primer paso en la aplicación de estos programas es la
identificación de los individuos en riesgo a través de las conductas
problemáticas asociadas (conducta antisocial, agresiva, fracaso escolar...) o del
propio consumo de drogas.
Miembro de familia de la comunidad el conticinio
PROMOVIENDO LA CONVIVENCIA SOLIDARIA. VISITA
CASA POR CASA PARA ORGANIZAR UN SISTEMA
DE PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS Y EL CONTROL Y REGULACIÓN DE LA VENTA DE
ALCOHOL, ASÍ COMO LA ATENCIÓN A PERSONAS CON ADICCIÓN, MEDIANTE MECANISMOS
INSTITUCIONALES Y COMUNITARIOS QUE POTENCIEN LA
ORGANIZACIÓN POPULAR EN TORNO A ESTE PROBLEMA
Fiscalía Municipal 1 Cruz Paredes del Estado Barinas
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